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Liberación

¿Camino a la mordacidad? ¿Manipulación contra liberación? Encontronazo consigo mismo y, como resultado: Restricciones liberadas. Mancuernas absolutas; pero también: desapego absoluto. El flequillo de una chica que le llega hasta sus ojos, detrás de los lentes. Se apresura la apreciación del sesgo en los labios que se muerde.

Otra compuerta se abre bajo la influencia del alcohol. Láminas de pureza y necesidad de saciedad. Involucramiento total durante la aurora. Respiración audiovisual. Exterminio apaciguado. Nueva estética. Exploración de la soledad y del alto encuentro con la humedad. Desasosiego absoluto. Descanso sobre un par de brazos angelicales. Expertos intrigados en el desarrollo de las acciones. Imán altivo y complicado.

Lucha gigante del balbuceo feroz. Los planes se apresuran. Va arribando una cantidad indomable de pendientes. Solicitudes, cartas compromiso, búsqueda de aventuras inconmensurables. Detalles por conocer en la fabricación de expectativas. Rufianes encontrados por la orilla de la colina. ¿Qué sujeto está en juego?

El festejo por el fin de la primera temporada corrió bien. Acompañamos a Aliria en su exposición pictórica sobre la poética Rulfiana. De ahí, regresamos al estudio en la Del Valle. Johny Villa no pudo acompañarnos, ni Cuarto Creciente: tenían tocada.

ElMissInYou cocinó: Tortilla española. Yo me encargué de comprar los cuatro cartones de huevo, el medio litro de aceite de oliva, dos cebollas, diez y seis papas, latas de atún y salmón. Alguien que no pudo asistir nos envió una botella de whiskey en su lugar.

La presencia: ¿Cómo se cuenta la historia? Apenas entiendo dónde comienza; pero nada entiendo sobre dónde termina. ¿Sigue su curso? Mesetas se aglutinan desde esta vista en la vereda. Transformación de un formato analógico a otro digital. Sobre la pared cuelga un desnudo a lápiz: una mujer de espaldas: un regalo de Aliria.

(Fotografía: www.univergia.com)

 

Sorites

Reforma que cautiva. Lo del día 08 fue un triunfo. Ningún taladro sobre la conciencia. Se recuperaron tiempos rápidos y la música fluyó como espiral en sus aposentos. La ubicación del tiempo, deshabitado, se hizo presente. Imágenes proyectadas sobre la pared. Una chica a la que le brota miel. Un chico rígido como tripié sosteniendo una cámara. La ilusión matutina a las 7 de la tarde.

Luego de la presentación, ElMissInYou y yo cenamos en un restaurante de la calle de Michoacán (al que nunca volveremos), cerca de la casa de Rosa Nissan: donde nos conocimos escribiendo: él, sobre su madre; yo, una memoria. Regresamos en Uber. Él me dejó de pasada en la esquina de la tienda donde solíamos comprar vino y cervezas luego de un evento.

A la mañana siguiente, cita en Tlatelolco. Imposible escabullirme para llegar temprano al trabajo. Fui presentado ante este y aquel espacio, y en otro más: un auditorio amplísimo como estadio de fútbol, donde un piano de cola respiraba soledad, arriba del escenario.

¿Irá a cumplirse el sueño nacido en ese instante, para lo de los 50 años de la masacre? Estamos esperanzados en que así sea. Por lo pronto, he recibido en el correo electrónico los papeles para someter el proyecto a consideración, este mismo año. No cobraremos. Lo importante por ahora será estar ahí, colgar los dibujos y lograr el hechizo en el museo memorial.

 

Fotografía: http://forambarcoding.unige.ch

“¿Qué significa estar vivo?” se presenta en Casa del Tiempo: 08 de junio, 2017.

El pasado jueves, 08 de junio de 2017, ElSur El Sur presentó su proyecto “¿Qué significa estar vivo?”, acompañado por el grupo de jazz Hotel Mercedes Avenue, en el centro cultural Casa del Tiempo, ubicado en general Padro Antonio de los Santo # 84, San Miguel Chapultepec, I Secc. Ciudad de México.

Durante el evento se leyeron cartas escritas durante el recital del 25 de enero pasado, celebrado también en Casa del Tiempo.

A continuación, dos enlaces al evento.

 

 

Indicios: El Regreso de Berlín

Johny Villa regresó de Berlín. Casi dos meses en Europa paseando de aquí para allá, tocando por aquí y por allá, cargando con su enorme maleta de ropa sucia y con el fagot. Al parecer arribó a México el lunes, y el martes por la mañana se presentó a ensayar con la Sinfónica. Nos veremos este viernes, luego del concierto, para platicar sobre la próxima presentación. Quiere que llevemos el proyecto a Alemania; allá buscó apoyo en el consulado mexicano, aunque no lo encontró. Pero sí aprendió a meterse a los restaurantes y a ordenar una hamburguesa, en alemán, con todo y cerveza.

Me pidió escribir una nueva explicación del proyecto, sobre cómo ha evolucionado y con una breve convocatoria para que la gente ahora participe escribiendo en alemán. Redacté en español, metí el texto en Google translate, y Thor me ha ayudado a revisar y corregir. Ya lo sé: ElMissInYou habla francés, italiano y portugués; pero alemán, no; ni idea de cómo lo presentaríamos; tal vez con una proyección de las cartas y su lectura en español.

Pero, bueno: ¿En dónde estamos? Casi en el punto de gastar dinero; eso no cabe duda. Y surgen otras incertidumbres… pero en lo que prefiero pensar es en el elemento creativo, en cualquier cosa que permita extenderle los tentáculos al proyecto. ¿Cuál es la conseja de esta historia? Que intento narrar, y sé exactamente cuándo, cómo y con quién; pero no atino al ¿por qué?

¿Qué hacía yo allí, esa tarde, sentado junto a Billie, bebiendo una cerveza oscura, en una librería que también es un bar, discutiendo sobre arte y cartas? ¿Cantaba ella, Billie, por aquella época, con la banda? No, creo que solo me enseñaba a pintar.

“¿Qué le falta, Billie?”, le preguntaba en la cocina del departamento mientras le enseñaba un dibujo y al mismo tiempo escuchábamos música de Arcangelo Corelli. “Verde”, podía responder ella. Y entonces, yo aplicaba el verde: Y aquello se volvía una explosión de color.

Y daba yo un trago al whiskey, dejaba secar el papel sobre la estufa y observaba las herramientas: Crayolas, acuarelas, acrílico, lápices, pastel. A veces resistol y alguna fotografía. Había indicios de algo, desde entonces.

 

Fotografía: lovelystreets.com

Desahuciado

No dice nada. Solo cubre su mundo inquieto, el del interior, el del hundimiento potencial. Porque la historia no se originó ni siquiera durante nuestro encuentro en el Hotel Mercedes Avenue, sino mucho tiempo atrás. ¿Para entonces había recibido The Jazz Piano Book? Tal vez me equivoque, pero la comunicación con Mario Lavista y las clases en el Liceo ya habían ocurrido. Y pocos años atrás: Tiempos de la Boston Symphony Orchestra y el LIBER USUALIS y los pianos en Harvard. Sonatinas y desconsuelos.

Luego, México, el chef baterista con el que nunca pude tocar porque se fue a Israel. Y Laura, quien se animó con una batería eléctrica. “¿Cómo se hace esto?”, “pégale como te nazca”. Y aquellos eran unos redobles y fills y Carmine Appice y Buddy Rich y las ventanas de los vecinos que se abrían para escucharnos, y “Bésame mucho, que tengo miedo perderte”.

Y ocurrió. Ahora es Gigí quien hace el trabajo en la batería. Una Gigí a la que seguramente pronto habrá que remplazar. Por lo pronto, para lo del día 8, no sabría quién va a estar ahí. Pero Cuarto Creciente ha dicho que él cubrirá el piano, y tengo que solicitarle una semblanza y publicarla y hacer todo aquello…. Los recuerdos que apañan y las indulgencias húmedas. Los recuerdos que pesan, sin embargo, cada vez menos. Y Fuel Injection que debe estar desahuciado.

(Sobre el escritorio observo una pelota de béisbol firmada por mis padres y un cuchillo filoso con funda de plástico, quieto, esperando la llegada del lunes por la tarde para cortar queso Oaxaca cuando llegue el hambre. Es una atmósfera de libertad la que ahora conmina estas palabras, una libertad casi experimental, como la de algún tipo de Avant-garde: curioso, que se prepara para algo importante).

ElMissInYou irá a lo del documental de Octavio Paz en CCU y por la noche nos encontraremos en el bar. Nos sentaremos con Cuarto Creciente para platicar sobre lo del día 8 de junio. Y Fuel Injection, desahuciado.

Fotografía: Desahuciado Xaperx (@El_Vulgarcete)